El próximo 1 de diciembre, a partir de las 10:00 horas, se celebrará en Tijarafe y Santa Cruz de La Palma un acto memorial en recuerdo del rescate del piloto estadounidense John F. Carr durante la Segunda Guerra Mundial, un episodio de hospitalidad y humanidad en medio de la guerra, que conectó la pequeña historia local con la gran historia universal y que, por tanto, debe ser recordado.
El 29 de mayo de 1944, en el transcurso de una acción bélica al norte de las Islas Canarias, el piloto John F. Carr amerizó de emergencia en el mar, donde fue rescatado por unos pescadores de nuestro municipio. En Tijarafe recibió una acogida sencilla que le permitió recuperarse antes de emprender su viaje de vuelta a casa, que le llevó por Los Llanos de Aridane, Santa Cruz de la Palma, Santa Cruz de Tenerife, Gran Canaria, Cádiz y Gibraltar. Se dice que fue el único piloto estadounidense “capturado” en España, durante la Segunda Guerra Mundial, pero para nuestro pueblo y nuestra Isla esta supone una historia de humanidad en medio de un episodio tan dramático como es una guerra.
En Tijarafe todavía quedan jirones de recuerdos del episodio en la memoria colectiva y desde hace dos años un grupo de vecinos, encabezados por Don Raúl Aguiar Rodríguez, propusieron establecer un memorial a este episodio, que sea símbolo y recuerdo del hermanamiento histórico de Estados Unidos y Canarias, homenaje más oportuno, si cabe, este año en que conmemoramos el 300 aniversario de la fundación (inicial) de San Antonio de Texas, que en su establecimiento definitivo de 1731 estuvieron implicadas familias canarias y, particularmente, algunas procedentes de La Palma. En segundo lugar, en abril de 2018 el ciudadano estadounidense Thomas Cox donó al Museo Naval de Santa Cruz de La Palma la campana del velero La Verdad, botado en Santa Cruz de La Palma en 1873 y naufragado en Bermudas en 1899.
El memorial al rescate del piloto John F. Carr contribuirá a dar a conocer los lazos comunes entre nuestra pequeña Isla y el pueblo estadounidense. Para ello, tres administraciones públicas se han coordinado para celebrar un acto que ponga en valor todas estas aportaciones: Ayuntamiento de Tijarafe, Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma y Cabildo Insular de La Palma, a través del Museo Naval de Santa Cruz de La Palma. El acto contará con la presencia de Elisabeth Leverson y Douglas Carr, hijos del piloto rescatado, el cual, lamentablemente, falleció a comienzos de este año. La familia ya ha realizado una donación consistente en el chaleco salvavidas que llevaba John Carr y documentación que quedarán depositados en el Museo Naval, en una exposición permanente.
Por su parte, en Tijarafe se ha localizado el punto en el que fue desembarcado el piloto, además de encontrar también a algunos descendientes de los pescadores que lo rescataron, por lo que la parte del acto memorial que se va a celebrar en Tijarafe contará con el reencuentro de ambas familias. Asimismo, se establecerá en el lugar del rescate un pequeño monumento que recuerde para siempre la efemérides. En Santa Cruz de La Palma, la apertura de la exposición permanente en el Museo Naval contará con la presencia confirmada de las principales autoridades del Ayuntamiento de Tijarafe, de Santa Cruz de La Palma y del Cabildo Insular de La Palma, así como representantes de la Armada Española y de la Guardia Civil.
José Policarpo Martín Cruz, concejal de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Tijarafe, destaca que “esta historia quedó empozada en la memoria colectiva tijarafera hasta que un grupo de vecinos, encabezados por Raúl Aguiar, pidió que se le diera más relevancia y un espacio memorable en nuestro pueblo. En ella encontramos reflejados nuestros valores como pueblo: la hospitalidad, la humanidad, la sencillez… ¿Qué mejor cura tras muchas horas sumergido en las aguas del océano que aquel queso de cabra y aquel vaso de vino que los pescadores le ofrecieron a Carr, dándole, probablemente, lo poco que tenían a mano? Esta vez seremos nosotros los que salgamos al encuentro de la gran historia del mundo, en lugar de llegarnos los ecos en forma de piloto náufrago o de bengala militar. El monumento que erigiremos en el lugar del rescate nos servirá de carta de presentación de un producto que irá a llamar a las puertas de lugares tan distantes como los Estados Unidos, con los cuales, podemos decir, nos dimos un abrazo una noche de mayo de 1944”.
Para Marcos Lorenzo, alcalde de Tijarafe, “a través de este pequeño, pero singular episodio histórico, Tijarafe y La Palma quedan para siempre imbricadas en el mayor episodio bélico de la Historia de la Humanidad. Y lo hacen, además. a través de un episodio que representa a la perfección algunos de los principales valores que nos definen como pueblo: la hospitalidad y la solidaridad. Agradecemos profundamente el impulso que ha proporcionado nuestro vecino Raúl Aguiar al rescate y puesta en valor de esta efemérides histórica, que, sin duda puede proporcionar a La Palma y a Tijarafe un nuevo atractivo para nuestros visitantes y un motivo para sentirnos orgullosos de nuestra historia colectiva.”